Soy Marc Jorba Berruezo, panadero de oficio, actualmente al frente del Horno de Pa Jorba en Esparreguera. ¿Quieres saber un poco más de nosotros?

Nuestra historia

Al pie de la montaña de Montserrat, en el pueblo de Collbató hacia finales del s.XIX, Josep de Cal Jorba, sin saberlo, fue el fundador de una estirpe familiar que, después de cinco generaciones y hasta el día de hoy, se ha dedicado al noble oficio de panadero.

Si retrocediéramos en el tiempo, en la casa de Collbató veríamos a Josep Jorba, mi tatarabuelo, acarreando haces de leña del bosque hasta el horno que tenían en la casa familiar y donde cocía el pan. Cuando terminaba las labores del campo hacía de panadero y los vecinos se acercaban a su casa a buscar el pan recién horneado. Hacía pan y una torta muy sencilla a base de harina, agua, aceite y azúcar. Eran tiempos difíciles, de alimentación básica, sin demasiado a elegir y donde el pan tenía un papel muy importante, siempre presente en la mesa. Eran las épocas del pan, comprado a peso, y la “torna”, el pedazo de pan que lo redondeaba.

Después de José vendrían Aleix, Joaquima y Domingo y su esposa Josefina, mis abuelos, Marcel y Josep, mi padre, todos ellos de la familia Jorba. Un oficio, el de panadero, que ha pasado de padres a hijos, ellos son quienes me han precedido y a través de los conocimientos adquiridos a base de su trabajo diario y perseverante, me han llevado a mí, Marc Jorba Berruezo, con el apoyo de mi hermano mayor Albert, a continuar la estirpe de panaderos Jorba, un oficio que tanto quiero y que me da tantas satisfacciones. Ellos son quienes me han transmitido el amor por este trabajo y de los que no puedo estar más orgulloso.

Hoy

Ha llovido mucho desde que Josep Jorba hacía de payés y de panadero, y que la familia se trasladó de Collbató a Esparreguera. Ahora en el horno ya no hay haces de leña, todo se ha tecnificado mucho más, ya no elaboramos sólo el pan redondo, tenemos una gran variedad de panes artesanos y de bollería, pero el amor por el producto bien hecho y de calidad esto no ha cambiado en absoluto!

Se habla a menudo "del pan hecho como antes", en nuestro horno no lo hemos dejado de hacer nunca porque siempre lo hemos hecho con la mejor harina, masa madre y con largas fermentaciones. Es por ello que me siento tan orgulloso de la herencia familiar recibida.

Hoy en día el oficio de panadero es mucho más exigente y requiere de una formación continua y constante, manteniendo las tradiciones, sí, pero también innovando en busca de nuevos sabores y gustos. Yo he aprendido el oficio en el seno de mi familia pero también de maestros panaderos excepcionales y ahora yo, modestamente, comparto lo que he aprendido con los alumnos de la Escuela de Panaderos Andreu Llargués de Sabadell.

Se habla a menudo "del pan hecho como antes", en nuestra casa no lo hemos dejado de hacer nunca

Me gusta lo que hago, me gusta el pan, como pan todos los días, el olor del pan caliente me trae recuerdos muy agradables de mi infancia. Me hace feliz cuando sé que a mis clientes les gusta lo que hago y es para ellos que trabajamos cada día yo y todo el equipo del FORN DE PAN JORBA.

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100% artesano

5 generaciones de panaderos